lunes, 25 de mayo de 2009

La mal llamada REVOLUCIÓN

Y nos consideran revolucionarios.

Nos gritan, nos huyen.

Nos consideran revolucionarios….

¿Y desde cuando el preocuparse por el hombre es ser revolucionario?

Les molesta que peleemos por lo justo, por lo debido. Nos dan la espalda por dar un abrazo a quien lo necesita.

Nos consideran molestia, escoria. No nos entienden.

¿Y nosotros? Tampoco lo entendemos a ellos…


Nos consideran revolucionarios, jóvenes locos, idealistas, soñadores de la nada, inexitosos, fingidos. Jóvenes inmaduros.

Nos miran con desconfianza, con recelo e inseguridad. Nos pasan por alto, pero algo me dice que nos tienen miedo. Porque somos aquello desconocido y todos le tememos a lo que no sabemos enfrentar.

Les da risa nuestra alegría, les da vergüenza nuestro hablar fuerte, les perturban nuestros gritos traducidos en acción, en reacción de aquello que no nos parece.

Creen que somos molestos cuando en realidad lo que les molesta es que somos el reflejo de ellos mismos. Somos el reflejo de lo que una vez ellos quisieron ser y cumplir. Con nuestro trabajo les restregamos en la cara que siguen vivos los sueños que una vez ellos mismos tuvieron, y que al final muchos de ellos se cansaron de pelear, se vendieron al sistema, se entregaron a una vida individualista, una vida que solamente tiene su nombre. En el fondo les molesta que seamos su espejo de juventud, les molesta que no hayan conservado sus ideales. Extrañan ser revolucionarios.

Y yo les digo que sí. Que sí somos revolucionarios, que si el ser de esta categoría significa una pelea constante por aquellos que nos necesitan SI LO SOMOS. Les grito a quien me lo pida, que si ser revolucionario se traduce en soñar a través de un trabajo constante, por la justicia, por el alma humana, LO SOMOS.

Que si ser revolucionario significa no descansar hasta ver que una sociedad se une a favor del bien común, de realizar sueños mutuos, de creer con el alma el viejo dicho “uno para todos y todos para uno”; estoy orgullosa de sentirme revolucionaria. Pero de la paz, en la paz y por la paz.

Pero ¿en qué momento de la vida el pensar en valores tan básicos se considera ser revolucionaria? ¿En qué minuto el universo comenzó a transformar en inexplicable aquello que durante mucho tiempo fue una forma de convivencia? Aquello que nos parece únicamente humano. ¿Cuándo el mundo dejó de guiarse por el bien del hombre y comenzó a regirse por el exitismo detrás de cada billete, a lo largo de cada posibilidad de acceder a un bien propio, individual?

Si eso es ser revolucionario, lo somos, con alegría/ tristeza, coraje/incertidumbre y entrega lo digo: VIVA LA REVOLUCIÓN. Porque tiene que llegar el momento en que esto que nos parece algo fuera de lo común vuelva al orden normal. Por nuestros hermanos, por el que está a nuestro lado, por el que comparte nuestro espacio; tenemos que pelear para que el orden natural de las cosas vuelva a su cause. Debemos terminar con tanta indiferencia, apatía. Debemos volver a considerarnos uno, sentirnos miembros del mismo cuerpo, llorar por un dolor mutuo, ser compañeros de sueños, ser hermanos en la adversidad.

Y hoy soñamos, dibujamos nuevas figuras y un futuro distinto. Hoy creemos en lo imposible, peleamos por lo que muchos piensan perdido. Personalmente sigo luchando, por lo mismo pero desde un enfoque diferente. Hoy peleo, porque está mal llamada revolución cambie de nombre y se le tilde de humanidad, forma de vida, hermandad. Sueño con que algún día nos dejen de llamar revolucionarios.

Andrea Díaz

México

3 comentarios:

MP dijo...

Te felicito Andrea!! Comparto 100% que esto es una mal llamada revolución. ¿Hasta cuando creer que lo que estamos haciendo es algo fuera de lo común? Esta es una tarea de TODOS.

Maxim dijo...

me agrada tu vision, es siplemente como todos debiesemos ser

Laura dijo...

Entendiendo el concepto revolución como cambio o transformación del orden en el que se vive... Somos revolucionarios, y soñamos en que algún día no sea necesario serlo...