lunes, 24 de marzo de 2008

El subsidio anda como la mona


A través del Espacio de Debate se busca fomentar la reflexión al interior del equipo de Un techo para Chile. Cada semana hay un encargado de escribir acerca de un tema de interés nacional y que se relacione con nuestras inquietudes.
Éste no necesariamente representa la opinión de todos los que aquí trabajamos.El subsidio anda como la mona
Tu casa tiene 45,2 metros cuadrados, es dos veces y media una mediagua. Vives con tus papás y hermanos, entre todos se reparten los dos dormitorios del segundo piso y un baño que queda en el primero. Porque le fue mal en unos negocios llegó a tu casa un tío, también con su familia, y, por qué dios mío!, ese primo que desde que eras chico le gusta meterte los lápices por la nariz, o jugar al tiro al blanco con los bolones, siendo tú, claro, el blanco. Ellos duermen en el living-comedor-cocina, que, junto al ahora altamente demandado único baño, completa el primer piso.
Tus papás igual están tranquilos, porque desde hace ya casi dos años que obtuvieron esta vivienda, fueron beneficiados con un subsidio, que después se puede complementar con otro para ampliar la casa. Parte del patio en el que tu primo enterró tu último regalo de cumpleaños, es el lugar en el que está diseñado que tu casa crezca. Tus papás conversaron con algunos vecinos: El que tiene el almacén decidió ampliarse así nomás, sin subsidio, porque le alcanzaba con unos ahorritos para poner él mismo una muralla de ladrillo, cerrarla arriba y agrandar el almacén. El que pone la música fuerte, justo en la esquina del pasaje, prefirió, en cambio, ahorrar para postular al subsidio de ampliaciones.
Casi todos los vecinos de tu pasaje necesitan ampliarse; te has dado cuenta cuando los visitas que, al igual que en tu casa, hay gente que duerme en el living o apretados en una pieza. No sólo tú tienes que compartir pieza y cama con un primo que detestas. La necesidad de espacio se vuelve urgente, algunos allegados de tus vecinos, incluso tu tío, han pensado tomarse un terreno cercano mientras les sale la casa, así se las podrían ingeniar por mientras para tener más espacio e intimidad en un campamento.
Desde el reciente 4 de marzo, el vecino dueño del almacén puede regularizar su ampliación gracias a la ‘ley del mono’, que le permite hacer un trámite en la municipalidad para que su ampliación quede en regla. Él trabajó un tiempo en la construcción y un vecino paleteado lo ayudó a levantar la muralla de ladrillos. Aunque quedó un poco endeudado, porque los materiales son caros, la ampliación quedó bastante bien.
El vecino que pone la música fuerte, en cambio, está tratando de organizar un comité con otros vecinos para postular al subsidio de ampliaciones. Le han dicho que el subsidio entrega una buena plata para la construcción, pero que las obras las tienen que hacer una constructora.
Tu papá lo piensa dos veces, él trabaja en la construcción, y perfectamente, si se consigue la asistencia de un ingeniero y un arquitecto, podría hacer él la ampliación, porque además él debe saber lo mismo (o tal vez más) de lo que pueda saber algún distinguido colega, él lo haría con más cariño, es su casa y la de sus vecinos, así es que al igual que tú, tus hermanos, tu mamá e incluso tu primo, les gusta mucho más la idea y quieren ayudar. ¿Tanto se dice que a los hombres no les gusta participar en los comités? Bueno, ahora a todos les gustaría organizarse para construir su ampliación y ayudar en la de los vecinos, porque como dicen por ahí la unión hace la fuerza.
Tu papá preguntó en la pega, porque había un colega que estaba en la misma, pero él se había organizado en un comité para postular al subsidio, claro, si para eso se había pensado entregar las casas ampliables y sin deuda, para que uno después postulara a ese subsidio y pudiera ampliarse. Pero al colega no le había ido nada de bien. Parece que postular al subsidio era súper complicado, el arquitecto de su EGIS tenía que hacer un plano por cada casa, tenía que pagar un certificado por cada casa, tenía que pedir los permisos, blablabla, y eran más de 60 los vecinos del comité! Aparte de lo caro que había salido todo eso, el espacio de la ampliación era mucho más chico que la de otros vecinos del colega que se habían ampliado por su cuenta, y que después fueron a la municipalidad, hicieron el trámite de la ley del mono y quedó todo en orden. Además, los que se ampliaron por su cuenta habían hecho la ampliación a su pinta.
Al final tu papá decidió ahorrar un año más para ampliarse por su cuenta y aunque tu estés muy enojado porque resulta que ahora tu primo le hace los puntos a la niña que te gusta, parece que es mejor así. Tu papá se está organizando con otros vecinos para comprar los materiales y trabajar juntos en la ampliación de sus casas. Tu papá quiere agrandar abajo el living comedor, y arriba poner dos piezas. Uno de tus vecinos, en cambio, tiene una hija que anda en silla de ruedas, así es que abajo le va a hacer una pieza para que no tenga que subir las escaleras y arriba hará una salita de estar para ver bien cómodo la tele. Dicen que el Estado no confía en ellos, ¿qué les costaba hacer que la postulación al subsidio fuera un poco más fácil? ¿Qué ellos mismos y no la constructora pudieran hacer algunas cosas, las que supieran hacer, claro? Después quieren que uno vaya a votar, y eso de la ciudadanía, mientras estas cosas funcionan como la mona.

Manuel Arís
Lunes 24 de marzo de 2008

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