martes, 18 de marzo de 2008

¿Cómo no maravillarse?

A través del Espacio de Debate se busca fomentar la reflexión al interior del equipo de Un techo para Chile. Cada semana hay un encargado de escribir acerca de un tema de interés nacional y que se relacione con nuestras inquietudes.
Éste no necesariamente representa la opinión de todos los que aquí trabajamos.

* Antes de leer este Espacio de Debate te invitamos a leer la columna adjunta de Cristián Warnken
Creo que Cristián Warnken nos ha dado una gran lección y nos hace una invitación frente a la cual no me puedo sentir indiferente, nos dice con fuerza, “Si te he agarrado de la solapa y te he abordado a esta hora de la mañana de este jueves que escribo es para decirte que eres feliz y no lo sabes”. Esta columna ha recorrido miles de mails en los últimos días y es imposible que no haya conmovido a más de alguno o alguna.
Al leer más de una vez las líneas que Warnken escribe, pensaba que al admirar y contemplar lo que tenemos a nuestro alrededor, hay muchas cosas que sí nos maravillan, pero hay muchas otras que necesariamente nos causarán mucha tristeza y dolor, me pregunto ¿esto es signo de que en verdad no se puede ser feliz? Mi respuesta es NO.
A pesar de haber pisado ciento de veces un campamento, esta realidad no deja de conmoverme y causarme una y otra vez muchas contradicciones. Pero al mismo tiempo, cómo también no maravillarse con tener la oportunidad de conocer las vidas de tantas personas que son un tremendo ejemplo de vida, de superación, de esfuerzo y amor; cómo no maravillarse de ver a miles de jóvenes que cada invierno y verano salen de su realidad para encontrarse con centenares de familias que esperan un techo; cómo no maravillarse al ver todas las semanas cientos de jóvenes voluntarios que trabajan en distintos campamentos de todo Chile; cómo no maravillarse al conocer jóvenes profesionales que dejan su países, familias y amigos para trabajar en las oficinas de Un Techo para mi País en diferentes países de Latinoamérica;
cómo no maravillarse de poder trabajar con mucho jóvenes que han decidido poner su profesión al servicio de las personas más excluidas de nuestro país y Latinoamérica. Si bien, muchísimas veces no podemos alegrarnos al mirar y contemplar a nuestro alrededor, sobre todo cuando leemos y vemos que aún existen más de 28.000 familias viviendo en campamentos en nuestro país; creo que es aquí donde más debemos dar testimonio de esperanzas y ser motores de cambio. Cuando Warnken dice “A ti, que acabas de entrar en la oficina y te dispones a iniciar un día igual a todos los días, trabajando sin amor por lo que haces, como pieza de un engranaje que te devora”, cobra aún con más fuerza la idea de que el trabajo que realizamos todos los que estamos ligados a UTPCH y a UTPMP no se entiende sin esta concepción de felicidad, no se entiende sin saber de antemano que somos felices y definitivamente no se entiende sin comprender que nuestra felicidad no se completa si no es con la felicidad de otros, de otros que necesitan un hogar digno donde vivir.
Francisca González
Martes 18 de marzo de 2008

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