lunes, 1 de octubre de 2007

¿Manifestarse o vandalizar? Las protestas en el Chile actual

A través del Espacio de Debate se busca fomentar la reflexión al interior del equipo de Un Techo para Chile. Cada semana hay un encargado de escribir acerca de un tema de interés nacional y que se relacione con nuestras inquietudes.
Éste no necesariamente representa la opinión de todos los que aquí trabajamos.
A las 7 AM del 12 de septiembre murió el cabo Cristián Vera luego de recibir el impacto de bala durante las protestas del “once”. Este hecho hace pensar sobre la necesidad de control y represión durante las manifestaciones que se realizan en nuestro país. El problema está en que en Chile no se sabe protestar. La lucha contra el sistema se transforma en una lucha contra cualquiera que se tope en el camino, en la medida en que se suman a las manifestaciones personas a las que les interesa derribar todo lo que encuentran. ¿Hay alguna razón lógica para esto?

En este juego todos pierden. Quienes quieren manifestarse pacíficamente pierden la oportunidad de hacerlo libremente, quienes instalan sus negocios pierden bienes materiales y el sueño de consolidarse, quienes transitan por las calles pierden la tranquilidad y las municipalidades pierden millones en destrozos.

Desde esta lógica, se hace necesario el control policial, se hace necesario contener para mantener el orden público, ya que si potenciara la libertad de acción, la ciudad sería un caos. Maltratar por el solo hecho de maltratar, ¿éste es el Chile que queremos?

Si quieres debatir y seguir reflexionando sobre esta opinión, hazlo en nuestro blog:
wwwcisuntechoparachile.blogspot.comHoy existen muchas razones para manifestarse: las brechas de desigualdad, la discriminación, el maltrato, políticas sociales que resultan insuficientes para resolver el tema de la equidad, en fin, se puede elaborar una gran lista. Pero hoy las personas no se manifiestan, en cambio, alegan y destruyen, creyendo que por esa vía se va a solucionar algo.
Hay que aprender a manifestarse, hay que aprender a proponer, idear y desarrollar formas de convivir de una manera más equitativa. Destruyendo sólo se logra generar más rabia, apatía e indiferencia hacia quienes protestan, no se consigue nada, sólo represión. Cada vez que se acerca una fecha “crítica”, una parte de los ciudadanos se prepara para protestar y el resto huye despavorido a sus casas, a esconderse y esperar que pasen luego los disturbios.

Eliminemos estos conceptos- disturbios, vandalismo, represión- del fenómeno de la manifestación. Intentemos aprender a expresar nuestras opiniones de manera de no caer en este juego tan viciado. Intentemos construir en vez de destruir.

¿Pero cómo eliminar tanta rabia? ¿Cómo dejar de buscar culpables? Claramente, queda mucho camino por recorrer y hay muchos problemas que resolver. Pero partamos por entender que necesitamos aprender a decir las cosas, porque puede ser una de las formas más eficaces en que se realicen transformaciones en nuestra sociedad.

Si en vez de ocupar el tiempo en destruir, se destinara para crear y proponer, el concepto de manifestarse sería totalmente distinto. Propongamos el país en que queremos vivir, propongamos una forma de hacer válida nuestra opinión sin pasar a llevar a otros.

La acción de manifestarse ha perdido su objetivo. Por el vandalismo, se pierde la idea de luchar por una mejor educación, por los derechos humanos o por la igualdad. Se pierde la idea de luchar por una sociedad mejor.

Por Javiera Pizarro
Lunes 1 de octubre de 2007

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