lunes, 18 de junio de 2007

Enfriamiento Global

A través de la Columna de Opinión se busca fomentar la reflexión desde Un Techo para Chile. Cada semana hay un encargado de escribir acerca de un tema de interés nacional y que se relacione con nuestras inquietudes.
Ésta no necesariamente representa la opinión de todos los que aquí trabajamos.


El agua potable escaseará; las inundaciones aumentarán; las sequías y las olas de calor serán mucho más intensas; los sectores destinados a la agricultura se desplazarán y con ellos, toda una enorme variedad de plagas; disminuirá la productividad pesquera; grandes masas humanas deberán trasladarse hacia lugares más seguros ambientalmente. Esos fueron algunos de los datos que, hace algunas semanas, Al Gore entregó en nuestro país a todo aquel que quisiera oírlo…pagando una entrada de $90 mil, por cierto.
Al notar que los datos no son para nada menores, me pregunto: ¿esta información no debería ser gratuita y entregada a todos los chilenos o peruanos o irlandeses que deseen saber de ella? Sería bueno recordar un detalle: el calentamiento es GLOBAL. No de unos pocos reunidos en una casa de piedra tratando de ver cómo sacar el mayor provecho a la situación. El seminario en torno al cambio climático, que culminó con la sobreaplaudida exposición de Al Gore, supone un remezón social y político que debería traer consigo acciones y reacciones, pero además de los aplausos y los buenos propósitos ¿qué se ha hecho luego que el ex vicepresidente de EE.UU. tomó su avión de regreso?
Claramente, no mucho. Es preciso que el debate se amplíe y que la información llegue a todos los ciudadanos; el cambio climático nos afectará a todos, a gobernantes y a gobernados, a médicos y pacientes, a rockeros y baladistas, a ricos y pobres. Claro está que éstos últimos, debido a su falta de recursos y de información, serán los que estén peor preparados para enfrentar el escenario futuro: las migraciones, las hambrunas, los cada vez más calurosos veranos…
Como versaba el slogan del seminario aquel: la hora de actuar ha llegado; si las emisiones de CO2 son las mayores culpables del terrible estado de nuestro planeta, pues hay que terminar con ellas. Las pequeñas acciones también sirven, la idea es esparcirlas por donde uno vaya: desenchufar el cargador del celular cuando la carga ya esté completa, no usar la lavadora todos los días, preferir la bicicleta cada vez que se pueda y, a pesar del contexto desfavorable, utilizar el transporte público. Todo lo anterior ayuda más de lo que la mayoría supone. Y otra cosa importante, no hay que encandilarse con la cantidad de productos ecológicos que saldrán a la venta cada vez con mayor frecuencia. Lo correcto no sería cambiar el auto por uno que no contamine, lo más ecológico es usar el auto lo menos posible.
Toda esta crisis ambiental está estrechamente relacionada con el modelo de sociedad en la que estamos viviendo, donde el consumo se mantiene como el referente principal. El consumo nos consume dicen por ahí. Y en este escenario, donde no nos interesa lo que le pasa al otro, cuando no somos capaces de enfrentar los problemas reales de la sociedad y lo primordial es el plasma o la LCD o qué se yo, sólo se puede afirmar que estamos inmersos en un absoluto enfriamiento global.


Por Natalia Lizama
Lunes 18 de junio de 2007

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