miércoles, 24 de marzo de 2010

2010: Tres frentes y algo más.

Patricio Dominguez responde la pregunta se esta semana: ¿Qué cosas se movieron en UTPCH con el terremoto del pasado 27 de febrero?

2010: Tres frentes y algo más.

Desde hace un buen tiempo sabíamos que el 2010 iba a ser el año más exigente que nos había tocado enfrentar. Detrás de ello estaba la inquietud por sacar adelante los 120 proyectos de vivienda definitiva de todo el país. Nuestra propuesta no sólo busca dar una vivienda definitiva a esas 10.000 familias de campamentos; buscamos que rompan el círculo de la pobreza y exclusión social del cual forman parte y que constituye el verdadero motor que da origen a los campamentos. Al cumplir esta meta, sabemos no sólo que la mayoría de los campamentos comenzarán a ser sólo historia, sino que nos permitirá celebrar nuestros 200 años de independencia con un tremendo regalo a la patria y una gran semilla para nuestros vecinos al pasar a ser Chile el primer país de América Latina que termina estructuralmente los campamentos.

Pero nuestra vocación ha sido siempre la de estar con quien más sufre.

El terremoto y sus innumerables damnificados ha impuesto una nueva prioridad (curiosamente al 26 de Febrero teníamos planificado no construir mediaguas…). La pregunta, "Cómo queremos que las miles de familias damnificadas por el terremoto y tsunami pasen el próximo invierno" nos ha obligado a montar todo un equipo nuevo que sea capaz de construir, al menos, 20.000 viviendas de emergencia antes de que comience el invierno. Por si fuera poco, el actual Gobierno ha querido agregar otras 20.000 mediaguas a construir en el mismo plazo que habíamos fijado. Todo ello lo debiéramos coordinar para asegurar que ningún chileno enfrente el próximo invierno sin un techo. Toda esta meta no sólo nos permitirá como país cambiarle el rostro al terremoto y acompañar de buena forma el duelo de tantos chilenos que sufren, sino también liderar el mayor despliegue de voluntarios jamás visto. La meta que está propuesta la alcanzaremos sólo con un despliegue de corte épico. Estoy seguro que en este movimiento inédito pondremos muchas semillas significativas para el futuro de nuestro país.

Por si fuera poco, seguimos con una creciente presencia en Haití frente el desastre que provocó un terremoto bastante menor que el que tuvimos en Chile en cuanto a liberación de energía, pero sustantivamente mayor en cuanto al drama humano. Las primeras 20 casas que se levantaron a días del terremoto son símbolo también de la solidaridad que traspasa las fronteras de nuestros países. Así también tenemos nuestros equipos que, en cada uno de los 16 países donde estamos, siguen denunciando y trabajando por los que siempre están en situación de emergencia: los pobladores de campamentos o asentamientos precarios. Este año será inédito además porque tendremos a Un Techo para mi País presente en toda América Latina.

Estos parecen ser los principales frentes con que trabajaremos buena parte del año. Tendremos un año inédito para comprometer a los jóvenes de cada lugar con la realidad de su patria. Todo lo demás que surja, vendrá de nuestra disposición hacia quienes más sufren acudiendo con la urgencia que obligue la emergencia, sea la más reciente o la que desde hace un buen tiempo nos enrostra la injusticia de cada uno de nuestros pueblos.

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