lunes, 6 de julio de 2009

Liebre por Gato para Arauco

La dudosa reputación de las hospederías en la antigüedad, sobretodo en cuanto a las viandas que ahí servían, dio origen a la usada y trillada frase dar "gato por liebre", que se refiere al engaño en la calidad de una cosa, ofreciendo otra de peor calidad que se le asemeja.

Siendo alumno universitario le escuché a un destacado profesor decir que uno de los roles y deberes principales los arquitectos es dar "liebre por gato". Aunque no tengo certeza si lo dijo exactamente de esa forma ni si el nuevo concepto era de su autoría, la idea que buscaba transmitir era clara.

La famosa frase invertida, en un principio puede parecer un burdo juego de palabras, como muchos otros sin sentido. Siendo literal, significaría "engañar" a alguien dándole una cosa de mejor calidad de la solicitada.

Este acto filantrópico podría ser deseable en cualquier disciplina y no necesariamente en la arquitectura, pero cuando uno aterriza la frase al contexto específico de la vivienda social, parece un fiel reflejo del deber del arquitecto como profesional frente a esta problemática.

En el caso de los campamentos, el nivel de carencias respecto del barrio y la vivienda es tan elevado, que muchas veces las expectativas y anhelos de las familias son sumamente simples vistos desde nuestra cómoda posición. Es frecuente escuchar a miembros de los comités decir frases como "cualquier casa que me entreguen va a ser mejor que lo que tengo ahora".

Muchos de nuestros clientes esperan que su nueva vivienda resuelva las carencias a las que se ha enfrentado durante toda una vida, a través de una estructura "de material", que no se llueva, y que tenga suficientes metros cuadrados como para escapar del hacinamiento. Si a esto se le agrega un techo a dos aguas, un mínimo antejardín y un pequeño patio, tanto mejor.

Si uno toma de forma literal estas características y condiciones, y las mete al horno, es muy posible que el resultado se asemeje más a un gato que a una liebre.

Es un hecho que las exigencias de la nueva política habitacional respecto de los estándares de barrios y viviendas que deben ser entregados han aumentado considerablemente, con el consecuente incremento de los subsidios. Sin embargo, aún es posible que el negocio de las EGIS saque provecho adicional del sistema, abusando y engañando a las familias beneficiadas, entregando un producto que evidentemente podría ser superior con el mismo monto disponible.

Si bien en este tipo de proyectos los presupuestos son siempre ajustados y la ecuación sigue siendo compleja, cumplir con los requisitos antes mencionados no debieran representar un desafío para ningún arquitecto. El reto está justamente en cómo dar al cliente "liebre por gato", entregando a través del diseño un producto mejor del esperado.

Y en eso estamos. A poco más de un año de la celebración de nuestro bicentenario, en la misma provincia donde se inició nuestro trabajo, todavía viven cerca de 1.500 familias en campamentos. Esta situación nos obliga a buscar soluciones creativas que optimicen los recursos para superar con creces las demandas de las familias respecto de sus futuros barrios y viviendas.

Aprovechando el marcado carácter forestal del la provincia, constituimos una alianza estratégica con la empresa Arauco y la Universidad del Bío-Bío, para abordar de manera integral este desafío, sumando a nuestro trabajo con las comunidades la experiencia en la producción y construcción en madera, con énfasis en el diseño sustentable.

Desde estas 3 instituciones, junto a 9 patrocinadores representantes de distintas disciplinas e intereses, estamos invitando a arquitectos nacionales y latinoamericanos a generar propuestas de nuevos barrios y tipologías de vivienda que se hagan cargo de los requerimientos sociales y económicos, incorporando a través del uso de la madera estrategias que permitan mejores niveles de habitabilidad con bajo impacto ambiental.

Así como hoy nos encontramos gestionando y construyendo a lo largo del país varios proyectos resultantes de una invitación que le hicimos a la Asociación de Oficinas de Arquitectos en un contexto de responsabilidad social, en la Región del Biobío esperamos que esta nueva iniciativa de alcance internacional nos permita seguir dando "liebre por gato" a las familias con más "hambre".

José Lorenzo Di Girolamo

Región del Bío Bío




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