lunes, 15 de junio de 2009

Cada realidad es particular

La frase “Cada realidad es particular” puede ser una frase recurrida y un tanto cliché, que utilizamos para justificar diversas acciones y situaciones pues siempre parece ser útil. Entonces decir que la realidad regional de Valparaíso es particular no permite distinguir dicha particularidad, porque seguramente las realidades de los diferentes campamentos de la Región Metropolitana o las realidades de los distintos campamentos de Iquique también son particulares.

En nuestra región actualmente nos encontramos interviniendo en 20 comunidades y actualmente contamos con 5 proyectos de vivienda con posibilidades de prontamente emprender uno más. La baja demanda para la postulación al fondo Solidario de Vivienda nos lleva a preguntarnos: ¿Qué ha llevado a los pobladores a preferir la regularización de sus terrenos por sobre una postulación al Fondo Solidario?

La respuesta a esta interrogante se puede encontrar en dos situaciones. La primera se vincula a la historia de nuestras ciudades. Hablar de tomas de terreno es hablar del poblamiento que han tenido muchos de los sectores de nuestras ciudades de Valparaíso y Viña del Mar, como Forestal, Reñaca Alto, Achupallas, Playa Ancha y los innumerables cerros de Valparaíso. Estas tomas con el tiempo se han ido regularizando, abasteciendo de servicios básicos y conformándose como barrios residenciales. No es extraño mirar desde el mar Valparaíso y ver a casas colgando de los cerros, dónde múltiples poetas se han inspirado, pero dónde técnicamente jamás ha existido factibilidad para construir en dichos terrenos y aún así se ha logrado conseguir la regularización de éstos.

Un segundo elemento se vincula a las condiciones objetivas y subjetivas de los campamentos: no resulta difícil entender el raciocinio de sus habitantes, al considerar que sus viviendas han sido construidas incluso de materiales sólidos, algunas de dos pisos y luego de mucho esfuerzo han solucionado medianamente el saneamiento de la vivienda. A esto se suma el que sus casas se encuentran ubicadas en terrenos en los cuales han habitado por un tiempo promedio de 8 años, habiendo desarrollado ya un lazo afectivo con estos espacios, los cuales además en la práctica tienen un metraje muy superior al que podrán optar a través del Fondo Solidario de Vivienda. Finalmente, es necesario tener en cuenta que en Valparaíso y Viña del Mar prácticamente no existan terrenos a un precio accesible para estas familias para construir.

Todos estos elementos conducen a que me cuestione lo siguiente; ¿Cómo estamos considerando las demandas reales de los pobladores? ¿Estamos entregando la oferta que los pobladores actualmente están requiriendo o estamos entregando la oferta más fácil técnicamente de abordar? Siguiendo la misma línea, ¿Estamos considerando a los pobladores realmente capacitados para tomar sus propias decisiones? No escuchar, no tomar en cuenta, no abordar sus propias demandas es también una manera implícita de subestimar.

Los invito que juntos abordemos este desafío de trabajar de igual a igual, considerando las motivaciones de nuestros socios de trabajo y si eso implica desarmarnos y rearmarnos, ¡comencemos hoy día!


Natalia Brauchy

Región de Valparaíso


5 comentarios:

Cristián Briones dijo...

Acá en Copiapó surgió el mismo tema y al final se decidió trabajar con las familias en lo que ellas necesitan por lo que se comenzará a trabajar con una mayor cantidad de subsidios que solo el de construcción en nuevos terrenos ya que es la única forma de poder solucionar sus problemáticas

Unknown dijo...

Naty.. te felicito por la columna

esta buena.. por cierto tienes razon

saludos

Unknown dijo...

No creo que estemos ofreciendo la alternativa más facil, sino que estamos ofreciendo una alternativa. Nuestra Fundación algunas veces muestra que por su tamaño y quizás también por su origen con alguna simiente eclesial, le cuesta flexibilizarse no sólo para la realidad de Regiones sino también respecto a los grupos de allegados de la metropolitana o para hacer un efectivo y real trabajo social con comunidades distintas en el ya conocido trayecto del fondo Solidario. Por otro lado, lo importante es saber para lo que uno es bueno y quizás acepar que en algunas partes hay que dar un paso al lado y dejar que otros hagan la pega por que la pueden hacer mejor que nosotros.En conclusión, hay que mostrar flexibilidad pero también humildad para saber cuando mis ganas de ayudar no superan las ganas y capacidad de otros.

Unknown dijo...

Naty, desde las regiones que no somos la metropolitana podemos entender lo que planteas y que la necesidad de las familias por resolver su problema habitacional no pasa por una construcción en nuevos terrenos y tampoco por un tema de humildad... me parece que con voluntad y un poco más de esfuerzo si es posible entregar a la familias una solución que sea coherente con sus necesidades y que sea posible de llevar a cabo de manera exitosa. Si nos vamos a quedar tranquilo cuando vemos que a las familias les “llega” una caseta sanitaria aunque no la quieran y lo entendemos como una solución, me parece que el foco de todos no es mismo. Si nuestra opción a la postulación al Fondo Solidario de Vivienda, sólo fuera una alternativa para las familias, no pondrían en duda el número de familias con las que trabajamos y se preocuparían más de saber por qué las familias no quieren acceder a un Fondo Solidario de Vivienda y cómo podríamos abordar de mejor manera sus necesidades.

Cynthia Pérez - Coordinadora de Promoción y Defensa de Derechos - Aldeas Infantiles SOS Uruguay dijo...

Natalia, soy Cynthia de Uruguay.
En primer lugar gracias por abrir un auto-cuestionamiento en nuestro trabajo, que nos permita seguir creciendo al dejarnos interpelar por la realidad. En Uruguay estamos comenzando a trabajar en el estudio de la implementación de un posible plan piloto de VD y nos encontramos ante un asentamiento muy heterogéneo en materia de construcción de sus viviendas, por lo cual hemos optado por ver la factibilidad de un modelo de construcción que contemple lo ya construído por las familias, a lo que le tienen gran aprecio y les da un gran sentido de propiedad; así que esta visión que das sirve mucho en la línea de lo que nos planteamos. No debemos permitir que nuestra comodidad de gestión o la de los gobiernos se anteponga a las necesidades y deseos de las familias.