lunes, 27 de agosto de 2007

Ingreso justo, pero también salario justo … ¿y qué pasa con los impuestos?

A través del Espacio de Debate se busca fomentar la reflexión al interior del equipo de Un Techo para Chile. Cada semana hay un encargado de escribir acerca de un tema de interés nacional y que se relacione con nuestras inquietudes.
Éste no necesariamente representa la opinión de todos los que aquí trabajamos.

Iglesia y Economía: búsqueda de equidad
Bastante controversia desataron las recientes declaraciones del Obispo Goic. Sin duda, una muy interesante es la que alertó sobre las condiciones de posibilidad de diálogo entre la Iglesia y la economía. Una extrapolación de ellas ha puesto en el tapete los alcances de ambos entes ¿Qué le corresponde opinar a un pastor sobre un asunto “técnico” como el salario? ¿Qué espacio deja la economía a la justicia? ¿Bajo qué aspectos dialogan ética y economía? Sin necesidad de discutir aquel arrebato que descalificó la supuesta intromisión de un pastor en asuntos que no serían de su incumbencia, sugiero discutir respecto de la declaración del Comité permanente del Episcopado que tituló: “Sin justicia social no hay democracia integral”. En ella, se hace un llamado explícito a toda la sociedad por la búsqueda de una mayor equidad.

Inconsistencia y astucia: Ingreso ético
Al intentar dilucidar qué es lo que motiva a los obispos a efectuar tal llamado, pienso que les incomoda la misma inconsistencia que sintió el Padre Hurtado al escribir “¿Es Chile un país católico?”. Junto a ellos podríamos decir: ¿Cómo es posible que en un país con una reconocida raíz cristiana exista una pésima y casi inmutable distribución del ingreso? Astutamente, los obispos plantean la necesidad de avanzar hacia el logro de un ingreso justo o ético para todos. Astutos, porque así evitan la ira de los economistas frente a quienes exigen un salario justo para todos. De todas maneras, celebro el que se reconozca como indigna la realidad que muchos chilenos viven hoy y la necesidad de avanzar hacia una sociedad más igualitaria.

Salario justo
Así todo, difiero en los énfasis que dicha declaración ha puesto. En primer lugar por la alusión al conflicto de Codelco cuyo desenlace no parece coincidir con el llamado a la equidad que parece motivar el documento. Echo de menos una declaración más provocadora por parte de los obispos. Si bien comparto el llamado a nivel de sistema económico o social que busca asegurar un ingreso justo a todos los chilenos, falta la interpelación al nivel de la persona. Sólo ello permite convocar a toda la sociedad en la tarea de una sociedad igualitaria. Nuestra Iglesia, por medio de su genuina transmisión del Evangelio, debe convocar a la persona en su integridad más allá de su pertenencia o participación en un sistema u otro. Si bien es correcta la predicción de la economía respecto de la inconveniencia de un aumento del salario mínimo precisamente sobre los más desprotegidos[1], nuestra Iglesia y sus representantes no deben tolerar la inconsistencia de un país que se declara eminentemente católico. Por ello debemos hacer explícito y con fuerza la exigencia de salarios más justos. No basta con asegurar y exigir un ingreso ético mínimo. Se requiere exigir también -y en todos los casos que corresponda- un salario más justo. Porque así como hay muchos empresarios justos que hacen lo posible por hacer crecer al país y entregar un empleo digno a sus trabajadores, también coexisten en este sistema muchos que se aprovechan de la asimetría propia del mercado laboral (empleador-empleado) y explotan al trabajador con un sueldo injusto. En un país que reconoce una fuerte inclinación cristiana no se puede tolerar la práctica generalizada de esta injusticia.

Impuestos justos
Así también, creo necesario incorporar en este llamado igualitario la discusión respecto de la carga impositiva. Por un lado debemos profundizar el llamado, a nivel de política pública, para aumentar la carga nominal que el Estado exige, hacia los niveles de los países que realmente han avanzado en materias de igualdad. Pero ello, debe ir también acompañado de un fuerte llamado a nivel de la conciencia de las personas; especialmente, a todos los ciudadanos que habitualmente construyen artificios para eludir la verdadera carga impositiva que la búsqueda de una sociedad igualitaria nos exige como mínimo también ético.

[1] Prueba de ello es el aumento en el salario mínimo a fines de los 90 que al coincidir con la crisis asiática elevó la tasa de desempleo sobre el 10%.
Por Patricio Domínguez
Lunes 27 de agosto de 2007

1 comentario:

Macarena Ilabaca Burrows dijo...

A mi parecer, creo que los impuestos pueden pasar a segundo plano.. ya que primero está el ponerse de acuerdo en que quieren y deben hacer.. de hecho lo principal es el poder llegar a un acuerdo justo y equitativo tanto entre la iglesia, la economía, el empresario y el trabajador.
Porque no teniendo las partes de estos ni siquiera se puede entrar a discutir sobre el tema del ajuste de impuestos.
Además el tema de los sueldos éticos pasa también por la llamada "conciencia social", que muchos de los empleadores aún no la tiene, y que mantienen un pensamiento capitalista que si bien podría llevar a Chile a ser un país más desarrollado económicamente, trae consigo una cuestión social sobre el bajo salario que reciben los trabajadores y el estilo de vida que deben de llevar. Además el creo yo que las declaraciones del Obispo Goic fueron certeras con respecto a la realidad que vive Chile actualmente, deja también la sensación de que la iglesia desea mejorar el porcentaje de aceptación de la población que después de lo dicho por este subió casi en un diez %.El Tema de los sueldos éticos yo creo que tardará en determinar el como se tratará y si se aprueba o no(...)
Sería.
Slds.