Eso que quieres, lo tienes

A través del Espacio de Debate se busca fomentar la reflexión al interior del equipo de Un Techo para Chile. Cada semana hay un encargado de escribir acerca de un tema de interés nacional y que se relacione con nuestras inquietudes.
Éste no necesariamente representa la opinión de todos los que aquí trabajamos.

Qué fuerte es escuchar la propaganda de una gran tienda repetir con tanta convicción una y otra vez en la televisión su consigna de que “eso que quieres, lo tienes”. Desde la perspectiva del televidente, por cierto, la potencia de esa frase estriba en su capacidad para otorgar poder, entregando a cada sujeto la idea de que de su voluntad sólo depende el consumir lo que sea que anhele. De su voluntad depende, en suma, gozar de una mejor calidad de vida, tocar el cielo y abolir cualquier necesidad.

El televidente, visto como un consumidor, tiene una capacidad omnímoda de transformar su realidad y su entorno gracias al crédito, al menos eso es lo que ofrecen estas grandes tiendas, y el modo de vida de nuestras sociedades. Gracias al crédito es posible disfrutar de los beneficios del futuro en el presente, satisfaciendo necesidades y también caprichosos deseos. Actualmente, la mayoría de nosotros puede acceder a préstamos inmediatos, a cómodas cuotas, a eternas facilidades. Qué fácil es hoy todo, y en especial, qué plausible.
El Catastro Nacional de Campamentos 2007 de Un Techo para Chile arroja un total de 28.578 familias viviendo en situación de campamento, entendiendo a éste como una tenencia irregular de terreno, un mínimo de 8 familias y falta de acceso al menos a un servicio básico (agua, luz, alcantarillado). Dice el catastro que restan aún 533 campamentos en el país, distribuidos escandalosamente desde la primera duna de Arica hasta el último rincón de Punta Arenas.

Me pregunto entonces, a la luz de la frase de esta tienda, qué es lo que quiere nuestro país. Si lo que se quiere, se tiene, si tan sólo depende de la voluntad, si las dificultades son tan fútiles, si lo podemos tener todo, si las penurias son soslayables, si triunfan las ganas y el conformismo no existe, entonces cómo es posible que en Chile, con todas las posibilidades disponibles, haya aún tantas personas viviendo en condiciones de carencia, exclusión y marginalidad.

¿Será que eso es lo que quiere Chile?
Eso que quieres, lo tienes.

Jorge Atria
Lunes 13 de agosto de 2007