martes, 29 de diciembre de 2009

NUEVA CONCIENCIA DE LA IGLESIA EN AMÉRICA LATINA

“En San Manuel… pudimos acercarnos, con profunda conmoción, tanto a los niveles más bajos de indigencia y abyección en las condiciones de vida que he visto en Chile, como al mismo tiempo, a ejemplos maravillosos de generosidad, lucidez social y fe cristiana, que en esas mismas condiciones no sólo persistían, sino que florecían luminosamente. Ahora bien, en nuestro caso esa misma experiencia, así como lo pudimos hacer para el alivio y la promoción humana de esos hermanos, y para despertar la conciencia en el resto de la Universidad y más allá, no lo podemos separar de otras dos dimensiones, las que por una parte hicieron posible esa experiencia con los excluidos, y por otra, se alimentaron de la misma. Me refiero (…) a un encuentro hondo y profundo con el Cristo vivo, el mismo Jesús humano y Mesías de los pobres y excluidos de su tiempo, que encontramos en los Evangelios.[1]”

“San Manuel” era una de las poblaciones callampas que a comienzos de los años cincuenta adornaba la ribera del zanjón de la aguada en la zona sur de Santiago. El testimonio corresponde a los años de estudiante de Ronaldo Muñoz, sacerdote de los Sagrados Corazones que acaba de morir a los 76 años. Ciertamente, sus primeros años de estudiante de arquitectura de la UC se vieron trastocados por esta experiencia de fe junto a los más pobres que no sólo impactó sobre su vocación sacerdotal sino además sobre su formación como gran teólogo.

Como teólogo y pastor, Ronaldo Muñoz sscc, hizo carne su experiencia del Cristo vivo de “San Manuel” con los más pobres. Sin duda, ese fue el puntapié inicial de su participación como destacado teólogo en la Iglesia de América Latina de las conferencias de Medellín y Puebla y, más tarde, como uno de los máximos referentes de la Teología de la Liberación y de la Opción preferencial por los pobres.
Su fidelidad al Dios de “San Manuel” persistió junto a muchos pobladores de la zona sur de Santiago (Poblaciones Joao Goulart, Malaquías Concha, Yungay, Nueva Lo Espejo entre otras) desde los años de la dictadura hasta su muerte; siempre preocupado por hacer de nuestra Iglesia, la Iglesia de los pobres. Entre otros temas pastorales, trabajó incansablemente por hacer de las comunidades eclesiales de base el fermento vivo de nuestra experiencia de fe.

Cuesta entender por qué, frente a las necesidades espirituales de nuestra sociedad, hayamos tenido que presenciar, en Ronaldo, un otoño y una muerte tan silenciosa. Posiblemente su carácter retraído y su afán por alejarse del reconocimiento y la vanagloria promovieron tal desenlace. Sin embargo, esta suerte de anonimato de vida y formación espiritual parece cruzar más que el testimonio de algunos sacerdotes. Quizás sea lo propio de una serie de silencios obligados a los que han sido sometidos. Sea lo que fuere, creo que debiésemos lamentar que tan fértil formación teológica y pastoral termine prácticamente pasando desapercibida. Quienes creemos en el Cristo vivo y resucitado estamos seguros en la fuerza del Dios de “San Manuel” que conoció Ronaldo en sus años de estudiante y que sigue vivo en medio de los excluidos de nuestro pueblo. Seguramente ahí está el verdadero caldo de cultivo desde donde deberá formarse la “Nueva Conciencia de la Iglesia en América Latina (1973)[2]”.


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[1] Muñoz, R. (2009). Nueva conciencia cristiana en un mundo globalizado. Cap XVI, Jesús con los excluidos de su tiempo y el nuestro: Fascinación y reto de un camino.
[2] Tesis doctoral presentada por Ronaldo Muñoz sscc en la Universidad de Ratisbona a comienzos de los setenta que fue calificada con distinción máxima por la comisión que integraba, entre otros, el mismísimo Joseph Ratzinger. Corresponde además a uno de los primeros ensayos sistemáticos sobre la teología de la liberación.

Pato Domínguez
Región Metropolitana, Chile

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